Ejercitarse físicamente es un imperativo durante toda nuestra vida, pero a partir de los 65 años es un apartado muy importante, ya que nuestro cuerpo empieza a perder cualidades si dejamos de ejercitarlas. Os presentamos diez consejos de qué hacer a partir de los 65 años para mantenerse saludable tanto a nivel físico como mental.

Mantén tu velocidad punta

Con el paso de los años perdemos velocidad debido a la degeneración muscular, pero esto no quiere decir que nos volvamos lentos de forma irremediable. Debemos seguir manteniendo ejercicios que mantengan nuestra velocidad en condiciones óptimas. Estos ejercicios deben ser considerados como un reto, es decir, si tienes una media de seis minutos por kilómetro andando, intenta bajar ese tiempo a cinco minutos y medio durante unas semanas. De esta forma mantendremos a nuestros músculos activos y funcionales, además de ayudar al corazón a mantenerse en forma. Cuando realices ejercicios en parques para mayores, intenta aumentar la velocidad para conseguir una resolución del mismo más veloz, esto hará que nuestros músculos se mantengan sanos y nuestro cerebro activo, evitando enfermedades o degeneraciones.

No dejar hueco para el estrés o ansiedad

Es una época en la cual, tanto el estrés como la ansiedad son poderosos enemigos. Debemos realizar acciones que nos mantengan ocupados y activos, además es de suma importancia dedicar un tiempo diario a nuestra mente. Busca opciones que te permitan estar relajado y con la mente en relajación completa. Paseos por el campo, realizar una tabla de ejercicios físicos o leer el periódico son actividades muy recomendables para dedicar esos minutos que nuestro cerebro necesita diariamente.

El equilibrio, es gran olvidado

Con los años, nuestro sentido del equilibrio va menguando paulatinamente, haciéndonos más proclives a sufrir desequilibrios y posteriores caídas. Pero no está todo perdido, ya que podemos mejorarlo a través de ejercicios como mantenernos a la pata coja unos segundos o andar por lugares con un suelo moderadamente irregular. En el caso que nuestro equilibrio este muy bajo, es importantísimo ayudarse de herramientas como un bastón o barandillas inicialmente. Según veamos la evolución de nuestro equilibrio, aumentaremos la dificultad poco a poco.

Cumplir años no quiere decir ir a peor

Es cierto que con los años perdemos cualidades, pero estas no desaparecen. Día a día con buenas rutinas de alimentación y de ejercicio obtendremos unas condiciones excepcionales. Muchas veces nos sorprendemos cuando vemos noticias como personas de 80 años corren una maratón, pero lo que no nos muestran es la dedicación que estos atletas octogenarios dedican. Poco a poco, con constancia y ganas de mejorar tendremos los resultados tan deseados. Querer es poder.

Volver a ser un niño

Con la edad dejamos de hacer actividades en el suelo, esto hace que nuestros músculos se desacostumbren a este tipo de acción. A todos nos pasa que cada día nos cuesta más agacharnos o incluso levantarnos de la cama. ¿Cómo combatimos esto? Es tan sencillo como hacer ejercicios y juegos desde el suelo, manteniendo activos todos los músculos que intervienen en estas acciones. Jugar con lo nietos o nuestra mascota es una actividad que nos ayuda diariamente a mantener nuestro físico de forma formidable.

Vamos a poner una especial atención el la alimentación

Nuestro metabolismo cambia a partir de cierta, haciendo que la obtención de ciertos nutrientes sea más difícil. Este apartado requiere una especial atención ya que no existe mejor ayuda que la de un profesional. Recomendamos que nuestro médico, a través de los datos que les arrojen nuestros análisis nos diga qué nutrientes nos están faltando. Una vez lo sepamos, un buen nutricionista nos podrá facilitar pautas para que el tema de la alimentación no sea un problema en el futuro. Realizar desayunos, almuerzos y cenas con alimentos equivocados pueden acarrear problemas físicos y mentales a medio plazo llegados a la tercera edad.

Llegó la hora de ponerse nuevos retos

Nuestra vida va cambiando, y nosotros debemos afrontarlos como nuevos retos. Como un deportista se reta a sí mismo para llegar a una marca o resultado, nosotros debemos afrontar que nuestro reto es a largo plazo. Esto quiere decir que debemos saber elegirlo bien, ya que va a ser nuestra rutina por mucho tiempo. Estos retos no tienen que ser exclusivamente físicos, si no también mentales. Si te gusta leer una buena opción es leer un número de libros, si eres curioso, realiza cursos para conocer nuevos campos y sectores. Llegamos a un momento en el que podemos centrar nuestro tiempo en nosotros y debemos aprovecharlo.

Adquiere ropa adecuada para tus rutinas físicas

Es momento de cambiar el fondo de armario para realizar actividades deportivas. Hay que tener en cuenta que nuestros huesos, músculos o articulaciones no se encuentran en la misma vicisitud que cuando éramos adolescentes, pero esto no quiere decir, ni mucho menos, que estén en malas condiciones. Pero si debemos ser conscientes de su mayor fragilidad. Por eso comprar un calzado correcto para nuestra actividad nos evitará riesgos. Al igual que ropa cómoda, que transpire y no permita que nos dé el sol en exceso.

Progresa con tu resistencia

Si hoy puedes hacerlo, mañana también. No dejes que el tiempo juegue en tu contra. Si estás acostumbrado a salir a andar una hora diariamente, no dejes de hacerlo, e incluso ve aumentando tiempos de forma paulatina. Tus músculos lo agradecerán, ya que no caerán en un estado de comodidad. Exígete a ti mismo para que puedas mejorar.

Comienza tu sueño olvidado

Llegamos a un punto en la vida en el que muchos de nuestros sueños se han ido olvidando o cayendo, normalmente por falta de tiempo o inspiración. Es hora de dedicarle el tiempo que necesita. Cuando digo sueño olvidado me refiero a cualquier sueño, desde correr una carrera popular como la San Silvestre, o también puede ser escribir un libro o aprender carpintería. Esta opción la he dejado para la última porque es la que considero más importante. Nunca es tarde para cumplir un sueño, porque este nos reportará grandes beneficios tanto físicos como mentales.

Como veis, hay muchas cosas que hacer, pero todas son muy interesantes, ya que requieren poco tiempo y muchas ventajas. Nunca es tarde para disfrutar de uno mismo y mejorar tanto a nivel emocional como físico.

Desde Ortotecsa te animamos a seguir estas pautas para que puedes disfrutar de tu día a día como un adolescente.